El poder desestresante de una tarde de compras

 Lo reconozco: pocas cosas hay que me sienten mejor que una tarde de compras.

 En teoría, en la facultad me enseñaron todos los trucos para convencer, persuadir y vender al cliente de la mejor manera. Se supone, que al ser consciente de que las grandes marcas de moda utilizan todo esto, tendría que ser más fuerte frente al poder atrayente de la publicidad, la comunicación y las estrategias de marketing. 

Pero no es así. Caigo igual que todo el mundo. 

¿Sabiais que incluso hay un nombre para el trastorno de adicción a las compras? Se llama oniomanía

“La oniomanía o compra compulsiva es un trastorno psicológico cuyo síntoma es un deseo desenfrenado por comprar sin una necesidad real, frecuente en personas que padecen trastornos del estado de ánimo”.

 

Creo que todavía no he llegado hasta ese punto. Aún así, hoy mi estado de ánimo debía estar un poco trastornado, porque he ido a echar una ojeada por un par de tiendas… y he acabado cayendo en la tentación.

 Nada más entrar en Zara he visto este vestido amarillo pastel, y me ha encantado. 

Me he enamorado a primera vista y he cometido un error de principiante: me lo he probado. Y me quedaba bien. Así que me lo he tenido que comprar.

 Con los complementos adecuados puede valer tanto para el día como para una noche de fiesta. 

Aunque de momento sólo tengo el vestido, (poco a poco que no quiero caer enferma de oniomanía)  navegando por tiendas low-cost, creo que una buena opción para esas noches en las que apetece salir de terracitas consistiría en combinarlo con estos accesorios:

 Cartera de lentejuelas de Zara (29,95€), Collar (17,99 €) y Sandalias (49,99€) ambos de Mango.

¿Qué os parecen los complementos? ¿Os gusta el look o habríais escogido otros accesorios? Si vosotras también disfrutáis comprando ropa aunque sepáis que en realidad estáis siendo arrastradas a las tiendas por los escaparates y la publicidad… contar vuestra experiencia!